Javier González, médico veterinario con un PhD en Nutrición Animal. Imagen: Archivo Salmonexpert.

Revisan factores que afectan el desarrollo de la columna en salmónidos

Chile: En el marco del ciclo de talleres First Friday de Cargill, se presentaron variables de riesgo y recomendaciones para evitar deformidades vertebrales. 

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Javier González, médico veterinario con un PhD en Nutrición Animal, y especialista en nutrición e investigación en acuicultura e avicultura, dirigió el cuarto evento digital First Friday de Cargill. En el encuentro se presentó una revisión a las más recientes investigaciones sobre de factores que afectan el normal desarrollo de la columna en salmones y truchas.

El también consultor de diversas entidades, explicó que “las deformidades vertebrales ocurren frecuentemente en salmónidos de cultivo y la prevalencia es muy variable. El porcentaje de peces con anomalías medias o graves varía entre centro de producción, entre lotes de peces de una misma piscicultura e incluso dentro del mismo batch de ovas”.

Para el Dr. González, es casi imposible encontrar centros de cultivo sin algún grado de prevalencia de deformidades: “Las deformidades de columna generan menor crecimiento, peso de cosecha, pérdidas en rendimiento, y representan un deterioro en el bienestar de los peces. Las alteraciones más comúnmente observadas en salmónidos son reducción del espacio intervertebral, procesos de compresión y fusión de cuerpos vertebrales”.

Durante la presentación se describieron los nueve tipos de lesiones más frecuentes de encontrar, además de revisar las técnicas diagnósticas, que incluyen observación externa; radiografías; palpación; técnicas de tinción histológica; tomografía computarizada; histología; hisptopatología; histoquímica; y marcadores genéticos, que pueden ayudar a definir la expresión de algunos genes asociados a la estructura de la columna.

Factores de riesgo

El Dr. González ahondó en los principales factores de riesgo asociados al desarrollo de la columna en salmónidos: alzas en la temperatura del agua, principalmente en la incubación, durante la primera alimentación y hasta los 20 gramos; deficiencias de fósforo, vitamina C y otros nutrientes; calidad del agua (polución, metales pesados, insecticidas y niveles de concentración gases); procesos de vacunación; procesos infecciosos; elevadas tasas de crecimiento; uso de antibióticos; y manejos bruscos; entre otros.

Recomendaciones

Finalmente, el especialista invitó a los asistentes a revisar cada factor de riesgo en el sistema productivo y evaluar oportunidades de mejora; diseñar un protocolo de seguimiento de deformidades vertebrales a través de diferentes técnicas de diagnóstico para determinar en qué momento se presenta el problema y posibles causas; y evaluar la suplementación con nutrientes que participan en la síntesis e integridad del tejido óseo, en caso de ser necesario.