“Los genomas de P. salmonis contienen muy pocos genes de resistencia”

Drs. Nicolas Ojeda y Sergio Marshall

Chile: Investigadores chilenos explican detalles de la descripción y estudio filogenético de un nuevo genogrupo de Piscirickettsia salmonis, que denominaron “NC”, el que se suma a los conocidos LF y EM.

Publicado

Científicos chilenos y alemanes publicaron recientemente evidencia que respalda la existencia de tres genogrupos de Piscirickettsia salmonis, y no dos como se conocía (LF y EM).

El estudio incluyó el análisis de 73 genomas completos de la bacteria, donde se incluyeron cepas aisladas en Europa y América del Norte e información disponibles en bases de datos públicas.

En entrevista con Salmonexpert, los Drs. Nicolás Ojeda y Sergio Marshall de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) quienes fueron parte de este descubrimiento, ahondan en la clasificación taxonómica del patógeno, evolución y distribución geográfica de los distintos genogrupos, genes de resistencia a los antimicrobianos, implicancias del descubrimiento, entre otros interesantes tópicos.

¿Podemos hablar de tres especies distintas o todavía se sigue hablando de genogrupos?

Basados en los resultados de este estudio, podemos decir que los tres genogrupos identificados se encuentran genéticamente aislados. Hemos identificado determinantes moleculares asociados a este aislamiento genético, parte de lo cual estamos investigando a nivel funcional en nuestro Proyecto Fondecyt regular en ejecución.

¿Qué faltaría para una clasificación taxonómica definitiva? 

Una descripción formal, incluyendo análisis fenotípicos, publicados en revistas especializadas. Además de eso, el depósito de cepas tipo de cada genogrupo en dos colecciones reconocidas internacionalmente.

¿Tienen algún nuevo nombre para este tercer genogrupo/especie?

En nuestro estudio, hemos llamado a este tercer genogrupo ‘NC’, que se refiere a ‘No-Chileno’ o ‘Noruega/Canada’, que son los lugares desde donde provienen los aislados que componen al grupo. Esta abreviación pretende seguir la lógica de 2 letras de los grupos EM y LF.

¿Cuál es la importancia de la identificación adicional de cuatro subgrupos de EM (EM1 a EM4)? ¿En qué se diferencian? ¿Están presenten en Chile?

Basados en nuestros resultados, los cuatro grupos EM son distintos y progresan a estar aislados genéticamente. Probablemente, estos han adquirido diferentes adaptaciones al ambiente y hospedadores, pero dado que una porción grande del genoma aún posee funciones desconocidas, es difícil deducir estas adaptaciones exclusivamente desde la información genómica. Acá también, nuestro laboratorio está desarrollando investigación en el contexto de un Fondecyt de Iniciación, desarrollando librerías de mutantes para hacer genómica funcional, las que permitirán realizar ensayos fenotípicos. Todos los subgrupos EM fueron solo detectados en Chile, pero los datos del genogrupo NC son escasos como para descartar su presencia entre estos.

Hemos llamado a este tercer genogrupo ‘NC’, que se refiere a ‘No-Chileno’ o ‘Noruega/Canada’

¿Cómo se explica esta evolución y distribución geográfica de los distintos genogrupos?

Nuestros análisis no arrojan evidencia significativa de un patrón de distribución biogeográfica, lo que significa que los distintos genogrupos no se asocian con regiones geográficas definidas.

¿Qué datos específicos entrega el análisis de los genes de transposasas?

Lo primero, nuestro análisis revela un inusual número y diversidad de transposasas presentes en la bacteria, que, por su rol, ofrece una explicación viable para la diversificación genómica de cada grupo y la adquisición de genes específicos.

¿Cuáles fueron sus descubrimientos en cuando a los genes de resistencia a los antimicrobianos?

De acuerdo con los datos con que contamos hoy, la transferencia de genes de resistencia, desde otras bacterias a P. salmonis, no es un fenómeno que haya ocurrido frecuentemente. En contraste a otras Gammaproteobacterias, los genomas de P. salmonis contienen muy pocos genes de resistencia. Nuestro estudio muestra que la previamente reportada presencia de ciertos genes de resistencia habría sido causada por un evento de transferencia único. Por otro lado, la estructura clonal de los aislados portadores de resistencia a quinolonas demuestra que, una vez que la resistencia es efectivamente adquirida, puede distribuirse por una gran parte de la población. Esto demuestra el riesgo de un uso imprudente de los antibióticos.

¿Qué implicancias tienen estos resultados para el futuro manejo de P. salmonis?

Primero, estos análisis genómicos ofrecen la oportunidad de desarrollar herramientas para una detección precisa de cada genogrupo, lo que nos permita a su vez definir la progresión de la evolución filogenética del patógeno. Por otra parte, esta información podría ser utilizada para construir una base de datos pública que sirva de referencia, y donde luego se puede depositar información genética y metadatos de aislados obtenidos en campo desde brotes. Esto puede permitir una mejor comprensión del origen y transmisión del patógeno, así como su capacidad de evolucionar.