Opinión Editorial

Ahora viene lo difícil: construir la salmonicultura del futuro

Balsa jaula sumergible de proyecto de salmonicultura oceánica para Chile.

Chile: Luego de que se rechazó la indicación del Gobierno para prohibir la salmonicultura en toda área protegida, ahora viene la parte más difícil: construir una ley que proyecte a la acuicultura del futuro.

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Tal como indica el dicho, “es más fácil destruir que construir”. Luego de que se rechazó la indicación del Gobierno para prohibir la salmonicultura en toda área protegida, lo cual hubiera destruido gran parte del rubro, ahora viene la parte más difícil: construir una ley que proyecte a la acuicultura para los próximos 50 años.

El Gobierno deberá demostrar que no es anti salmonicultor, a través de una nueva ley, para la cual comenzarán a generarse diálogos sectoriales en julio, para lograr la tramitación parlamentaria desde el próximo año. Dentro de la discusión, es urgente analizar aspectos como la acuicultura en altamar y los cultivos en tierra bajo tecnología RAS, pero, esa construcción no será nada fácil.

En su cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric destacó el empleo que produce la salmonicultura, así como su importancia y que debe cuidarse, pero también preocuparse más de sus estándares ambientales, indicando que tiene que ser “más reflexiva”.

Todavía no está claro ni siquiera en qué lugar se deben hacer relocalizaciones de concesiones, donde varias salmonicultoras quieren salir de áreas protegidas, como es el caso de Cooke Aquaculture Chile que por trabas administrativas en el Ministerio de Defensa no logra concretarlo. Y así ocurre en casi todos los casos: la burocracia impide materializar estos relevantes procesos.

Menos se sabe cómo generar nuevas áreas aptas para la actividad acuícola en altamar, de hecho, no existe regulación, sólo pilotos desarrollados por proyectos Corfo en zonas de alta energía y no 100% offshore. Luego, es conocido que la inversión y costos de producir salmón en tierra, conocida como land based, con tecnología RAS, son elevados, y no es descartable que los mismos problemas de espacios en mar ocurran en tierra sin los estudios técnicos previos de sostenibilidad.

Por el momento, se observa que lo más claro, porque existen antecedentes científicos actualizados, es instaurar un modelo de capacidad de carga por área salmonicultora, principalmente en fiordos, y mejorar el modelo para el control de densidades para evitar sobreproducción con mayor efectividad.

Lo cierto es que el debate será largo, y esperamos que se fundamente en lo técnico, ya no más en las acaloradas ideologías.