Jaulas de cobre de Ecosea. Foto: Ecosea.

EcoSea logra reciclar el 100% de sus sistemas acuícolas

Chile: La compañía logró reciclar la totalidad de las mallas de cobre y las estructuras de flotación, que cumplieron 12 años de vida útil, alcanzando las 420 toneladas de producto.

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La industria del cobre lleva trabajando la propiedad antimicrobiana desde 2008, cuando se demostró científicamente que las superficies de aleación del metal eliminaban en pocas horas bacterias, hongos y virus, incluido el covid- 19 y el ISAv. Desde entonces, el cobre se ha utilizado para optimizar millones de productos en distintas industrias, siendo la acuicultura uno de los usos menos aprovechados.

EcoSea visualizó esta oportunidad, realizó investigación y desarrollo tecnológico, logrando aportar a la productividad de la industria acuícola y al medio ambiente con jaulas para el cultivo de peces en zonas costeras, alta energía y alta mar. Estas jaulas se elaboran con mallas de aleación de cobre y un sistema de flotación de HDPE, que son totalmente reciclables, por lo que reducen de manera considerable el impacto de la industria en el fondo marino y el medio ambiente.

De hecho, durante 2020 y lo que va de este año, la empresa ya recuperó 60 sistemas que cumplieron su vida útil de 12 años, reciclando de manera completa 420 toneladas de aleación de cobre y HDPE, según informan vía comunicado de prensa.

“Este hito es muy relevante no solo porque prueba que nuestros sistemas permiten desarrollar una acuicultura ambientalmente más limpia y trazable, sino que son más amigables con el entorno, genera valor al ser reciclables y luego de su vida últil no hay desechos, evitando el impacto a nuestros océanos”, sostiene Nicolás Castillo, CEO de EcoSea. 

Acuicultura de vanguardia

En los últimos 12 años, en Chile se produjeron 50 mil toneladas de pescado utilizando los sistemas desarrollados por Ecosea. Dicha producción evitó el uso de 160 toneladas de nylon, la generación de 8 mil toneladas de fouling, que se hubieran depositado en vertederos o el fondo marino, y 184 toneladas de químicos que se utilizan en pinturas antifouling. Se estima que el conjunto de estos impactos evitaron la emisión de 10.300 toneladas de CO2.

“Nuestro objetivo es ser un aporte a la alimentación sostenible, en base a una acuicultura de vanguardia que asegure el bienestar de las especies dentro de las jaulas y cuidando en todo momento el medio ambiente y el entorno social”, indica Castillo, agregando que la tendencia mundial apunta a preferir los sistemas oceánicos, “porque la acuicultura de las costas está sobreexplotada, genera un excesivo estrés en los peces, severos impactos al medio ambiente y serios conflictos con comunidades.”

La tecnología chilena de EcoSea abre una oportunidad para la industria acuícola de futuro. Sus sistemas minimizan el uso de mallas de nylon, principal fuente de contaminación de los mares, son 100% reciclables y pueden operar de manera continua por una década lejos de las costas, con beneficios significativos para la industria acuícola y la alimentación mundial de estas y las futuras generaciones.