Claudia Osorio, investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia).

El encadenamiento del agro y la salmonicultura en la macrozona sur austral

Chile: Producir en Chile proteínas y ácidos grasos de cadena larga desde cultivos agrícolas, para ser usados como sustitución de proteínas para alimentación de salmones, es uno de los proyectos Corfo.

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Ayer se realizó la 6º versión del Summit Acuícola 2022, organizado por Corfo, y cuya temática fue “Diversificación acuícola: Una solución para la crisis alimentaria ante el cambio climático”. La actividad, desarrollada de manera online, consideró la participación de distintos expertos a cargo de Programas Tecnológicos Estratégicos (PTECs) acuícolas, impulsados por Corfo, los cuales buscan fomentar nuevas tecnologías con una fuerte vinculación territorial.

Fue así como se presentaron las iniciativas de Colorado Chile, programa Corvina, Acuinor, las dos iniciativas de PTE para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica y el PTE Inva.

Este último programa presentó los principales lineamientos, directrices de ejecución y alcances del PTE “Plataforma habilitante para la producción y uso de insumos vegetales nutricionales provenientes de cultivos de rotación de la Macrozona Sur y Austral de Chile como fuente sostenible de proteínas y aceites efectivas para su uso en la elaboración de dietas en la industria acuícola”.

En la oportunidad, Claudia Osorio, investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia) comentó que el programa es de reciente creación, generándose una coordinación público-privada con la academia, los productores y los insumos.

“Tenemos un abanico de asociados interesados y coejecutores que nos permiten abarcar de mejor manera todo lo que necesitamos para poder dar cumplimiento a los objetivos que nos planteamos como Programa Tecnológico”, expuso la profesional.

Dentro de las especies con potencial para la industria salmonicultora están: trigo, haba, arveja, lupino, soya, camelina, canola, trébol rosado y alfalfa.

De acuerdo con la experta, el programa busca propender y aumentar la producción de insumos para la alimentación de salmones, “particularmente si pensamos en el escenario tanto de la demanda de proteínas y aceites, como también en el escenario de cambio climático”.

A juicio de la investigadora, ser uno de los mayores países productores de salmón en el mundo, “nos plantea desafíos logísticos de cómo alimentar esta industria. Los recursos en lo que era la alimentación en base a harina y aceite de pescado, sabemos que son recursos finitos, por lo tanto, la única fórmula de crecimiento es seguir reemplazándolos por ingredientes de origen vegetal, tanto en proteína como en aceite”.

Para poder satisfacer esta demanda, según Osorio, “tenemos la oportunidad para realizar cultivos de especies anuales con potencial para la industria salmonicultora de la macrozona austral. Esto es un desafío, no solo en términos logísticos, sino que también de sustentabilidad y cómo estos sistemas productivos pueden dar cuenta de las demandas de los consumidores finales”.

“Tenemos muy claro que en adelante el cómo producimos, la sustentabilidad, la forma de producción y el sello que se le da a estos alimentos, es un área muy relevante. Además, el cambio climático nos tensiona los sistemas agrícolas y nos desafía a buscar nuevas especies y variedades que sean adaptadas para poder dar cumplimiento a la demanda”, comentó la representante del Inia.

Características

Este PET tiene como gestor tecnológico a la empresa productora Salmones Antártica, planteándose sus objetivos a 60 meses. Los coejecutores del programa son el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia), Abio, Universidad de Chile, Universidad Católica de Temuco, Veterinary Histopathology Center (Vehice), Saprosem.

Como empresas asociadas se encuentran Oleotop, Granotop, Porta Hnos, Team Food Chile, DSM Nutricionals Products Chile y Nussed Nutritional Us Inc., “y una serie de instituciones y empresa interesadas que nos permiten participar, desde La Araucanía y Magallanes, tanto con productores como con agricultores, empresas asociadas y empresas de servicios”, apuntó la investigadora del Inia, Claudia Osorio.

Asimismo, la profesional recalcó que es importante escalar hacia la utilización eficiente de nuestra superficie cultivable, con nuevos cultivos y especies, “ampliando los horizontes hacia aquellos lugares que tienen potencialidades”.

Validación piloto

En tanto, Gabriela Vera, gerente general de VeHice, expuso sobre la validación piloto, que realizará la empresa en cooperación con la Universidad de Chile y la Universidad Católica de Temuco, además de la participación del Centro Tecnológico Food of Norway y la Universidad de Stirling (Escocia).

“Esta parte del proyecto comienza con la recolección de las materias primas, que son concentrados proteicos y aceites que fueron seleccionados por su potencial técnico y económico y por su nivel de desarrollo productivo. Las universidades formularán alimentos basados en estas materias primas, con el propósito de evaluar la calidad física y nutricional del pellet, como también la composición física del filete a escala piloto. Los estudios se realizarán en salmón Atlántico y trucha arcoíris durante la etapa de agua dulce y agua de mar”, detalló la profesional.

Complementariamente, los peces alimentados con estas dietas desarrolladas serán evaluados de forma integral por especialistas en salud acuícola de VeHice. “Dentro de esta evaluación, se analizará la respuesta inmunológica, fisiológica, metabólica y cambios en la microbiota intestinal, con el fin de evaluar los efectos de los componentes nutricionales y antinutricionales de los ingredientes vegetales estudiados. Esta solución sea empaquetada como un servicio tecnológico disponible para evaluación de dietas en la industria”, manifestó la ejecutiva de VeHice.