Foto: Arasemar.

Armadores proponen integrar migrantes con cinco años o más en Chile a dotaciones

Chile: Desde Arasemar, plantean, además, que los pescadores artesanales sean “la principal fuente de personal en un tiempo breve” ante la escasez de trabajadores para embarcaciones.

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La gerente de Arasemar, Soledad Zorzano, admite a Salmonexpert que la escasez de personal en la industria naviera “es efectiva. Influye el aumento de la demanda por servicios más especializados de armadores, en áreas como la salmonicultura. Los sistemas de trabajo y cobertura espacial obligan a disponer de tripulaciones adicionales dispuestas, además, a cambiarse de región eventualmente”. 

“En la actualidad, el personal ronda en promedio los 45 a 50 años, donde se empiezan a observar diversas dolencias. El tramo de los 20 a 35 años, personal más joven, con frecuencia no permanece por expectativas de calidad de vida en tierra, que no compensan necesariamente con los ingresos que hoy, en promedio, superan un trabajo similar en tierra”, sostiene Zorzano.  

Armasur incluso indica que debería incluirse extranjeros en dotaciones de naves nacionales y a más pescadores artesanales, ¿qué les parece?  
Nos parece necesario agotar los esfuerzos por dar trabajo primero a nuestra gente que cumpla con las regulaciones y capacidades exigidas. También hay que ser realistas, en el corto plazo, contar con dotaciones extranjeras es inviable pues pasa por cambio a la Ley de Navegación, pero seguramente hay migrantes con cinco o más años en el país que podrían embarcarse luego de realizar los cursos y aprobarlos. Hay que generar los incentivos para que eso suceda. 

Pero sin duda los pescadores artesanales que han visto mermar sus ingresos por la cada vez más insuficiente disponibilidad de recursos a extraer y comercializar, debieran ser -cumpliendo con todos los permisos y entrenamiento- la principal fuente de personal en un tiempo breve. Todos ganarían con esto, al descomprimir el esfuerzo en recursos sobreexplotados y apostar por su recuperación en el mediano plazo; incrementar y estabilizar sus ingresos; y resolver la escasez de personal. Requiere trabajo, disciplina y compromiso entre todas las partes, Estado y clientes incluidos. Como siempre decimos, hay que ampliar la mirada a la visión país para los próximos 30 a 40 años.

Soledad Zorzano, gerente de Arasemar. Foto: Arasemar.

Armasur asegura que la extensión de tiempo de la carrera formativa de gente de mar, es uno de los factores de falta de dotaciones en la industria, ¿qué opinan al respecto?

En el caso de naves menores, lo más complejo ha sido la interrupción de los cursos por parte de Directemar producto de la emergencia sanitaria. Ya contamos con un primer calendario y estamos atentos a su normal desarrollo y ojalá, a su ampliación.

Los tripulantes advierten que por ejemplo, al incorporar a extranjeros en flotas chilenas, se podría precarizar el empleo nacional de la industria, ¿ello es una realidad?

Desconocemos la realidad laboral en naves mayores, pero en teoría no debiera ser así, simplemente porque falta gente no se reemplazaría. De hecho, actualmente la escasez de personal generó un alza estacional en sus sueldos para cubrir contratos impostergables con los clientes. Una vez que se estabilice la demanda con la oferta, se regulará automáticamente el mercado.

La vocación marítima debiera ser natural en Chile, y es sorprendente la ausencia de políticas audaces para promover la actividad náutica, al menos en el sur del país. Y para el tráfico nacional e internacional naviero es lo más eficiente en nuestra realidad: muy extenso en longitud, lejos de los mercados donde colocamos buena parte de la producción, casi una isla en definitiva.

¿Qué normativas deberían mejorarse para todo lo anterior?

Nos atraen varias políticas a promover, de donde derivará la tarea de perfeccionar normativas:

  • Sentar a las partes a pensar el Chile marítimo que debiésemos ser.
  • Convocar a los pescadores artesanales interesados y prepararlos. Desafío para los armadores.
  • Convocar a migrantes con cinco o más años en el país, prepararlos e integrarlos. Esto es una labor de armadores.
  • Ineludible es la mayor automatización en las naves como en otras partes del mundo. 
  • Gestión privada por una parte, pero de la Autoridad Marítima por otra, que debe modernizarse acorde a la realidad imperante en el mundo. Un asociado adquirió una nave mayor en Europa y cruzó el Mar del Norte, los océanos Atlántico y Pacífico con cuatro personas, además del chileno en instrucción. En Valparaíso, por norma, tuvo que embarcar otros seis, que no agregan valor a la tarea.

Estas son las cosas a revisar, evaluando dónde queremos ir y a qué costo.