El accidente ocurrió el sector Chalihué, Chonchi, en la isla de Chiloé. Fuente: Imagen referencial de centro de cultivo, Archivo Salmonexpert

Chiloé: Avanza indagatoria sobre fallecimiento de buzo en centro de cultivo

Chile: Desde la Gobernación Marítima de Castro afirmaron que se barajan diversas hipótesis respecto del fallecimiento del buzo Tirso Fabián Alvarado en un centro de cultivo de Invermar.

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El pasado 31 de diciembre la industria acuícola fue testigo de un lamentable accidente: Tirso Fabián Alvarado, buzo que trabajaba para la empresa Escafandra SPA, falleció mientras realizaba faenas en las mallas loberas del centro de cultivo Chalihué de Invermar (región de Los Lagos).

La Fiscalía Marítima de la Gobernación Marítima lleva la causa para investigar responsabilidades y circunstancias en la que ocurrieron los hechos, desde el punto de vista marítimo y de la Ley de Navegación y su reglamento. De manera paralela, está abierta una causa que está indagando la Fiscalía del Ministerio Público de Castro, por cuasidelito de homicidio.

En conversación con Salmonexpert, el Oficial de Relaciones Públicas de la Gobernación Marítima de Castro, Teniente 2° Litoral Daniel Ramírez, explicó que aún están en una etapa de investigación que involucra la toma de declaraciones, realización de recreación de acciones, intercambio de información con el Ministerio Público y pericias de equipos.

“Una de las hipótesis que se maneja es que pudiese ser que la consola presentaba algunos defectos, lo que aún es materia de investigación. Otra hipótesis es que pudo haberse producido un desvanecimiento del buzo a los 33 metros de profundidad, que ocasionó que él mismo se sacara la máscara y producto de esto se ahogara. Otra hipótesis tiene que ver con la manguera, que se hubiese doblado en algún punto”, comentó la Autoridad.

Empresas contratistas

Respecto de las empresas contratistas que prestan servicios a la industria salmonicultora, el Teniente Ramírez detalla que en general cumplen con los estándares de seguridad de sus equipos, sin embargo se han detectado faltas en el respeto de los horarios y tiempos de descanso de los buzos, además de las profundidades permitidas.

“Los plazos para la investigación dependen de cada organismo. El Ministerio Público por lo general tiene 90 días para llevar a cabo su investigación, que en estos momentos está en manos de la Policía de investigaciones (PDI) en conjunto con un perito de la Armada de Chile. En cuanto a la Fiscalía Marítima, tenemos hasta seis meses de plazo para llevar a cabo la investigación administrativa, donde perseguimos saber la infracción a la normativa marítima”, añadió el Teniente Ramírez.

Profundidades no permitidas

¿Es habitual esta clase de accidentes en el rubro y en esta zona?

El número de fallecidos año a año es variable. El año pasado terminamos con una cifra de nueve buzos fallecidos producto de accidentes en centros de cultivo.

¿Hay una causa común en esto?

Una de las causas que hemos identificado en la mayoría de los casos es haber trabajado en profundidades no permitidas, especialmente para los buzos mariscadores básicos que solamente pueden bajar a una profundidad de 20 metros. En investigaciones realizadas se data que hay cuerpos de buzos que han sido recuperado a más de 30 o 40 metros de profundidad, trabajando donde ha ocurrido el accidente.

¿Cómo pueden las empresas salmonicultores resguardar la seguridad de los buzos que presten servicios en los centros de cultivo?

Eso es algo vital, toda vez que la empresa a través de sus planes de contingencia establecen las medidas básicas para prevenir este tipo de accidentes, que son las instrucciones previas a la inmersión y las normas que deben seguir los asistentes de buceo.

El jefe de centro nunca deja de ser responsable de la faena, tiene que estar preocupado que el asistente cumpla las medidas mínimas de seguridad que tienen que ver con los tiempos de la sumersión y la profundidad. Entonces, de cierta manera, recae la responsabilidad en las empresas el supervisar que estas personas que asisten a los buzos tengan la capacitación correspondiente, la matrícula que los autoriza y que sea respetada la matriz de riesgo de cada empresa en relación a la profundidad.