¿Hay esperanza para Chile en los dos próximos años?

Chile: Así se titula una presentación de la salmonicultora Marine Harvest enviada a la Bolsa de Comercio de Oslo. 

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El documento comienza describiendo la “tormenta perfecta” que vive la industria salmonicultora en Chile, causada por un rápido crecimiento, temas biológicos, aumento en el uso de antibióticos, carencia de regulaciones eficaces, una lenta consolidación, problemas financieros y del tipo de cambio.

Además, se enfatiza en el rápido crecimiento experimentado entre el 2010 y el 2014, situación que se estancaría este 2015 y el 2016. En tanto, se exhibe el constante aumento en el uso de antibióticos, desde las 150 toneladas en el 2010, a las 580 toneladas aproximadamente en el 2014 y se contrasta el bajo nivel de utilización de antibióticos de Marine Harvest Chile frente a lo registrado en la industria nacional en general.

Además, afirman que las regulaciones gubernamentales no tienen un impacto real, lo que se refleja en la cifra de licencias emitidas (1.300) y de las utilizadas (600), detallando que no hay límites en el control de la biomasa y que los límites legales son muchos, pero no causan resultados reales.

Mientras, se destacan como aspectos positivos la ajustada oferta de salmón a nivel global, la oferta plana de Norte América, o la falta de crecimiento, y las iniciativas de regulación que han nacido desde la industria. Como focos negativos enfatizan en la resistencia de las autoridades a realizar cambios reales en las regulaciones, a su lento actuar y complicación de las soluciones.

La compañía subraya como oportunidades la consolidación de la industria, el tipo de cambio, el desarrollo de los productos de valor agregado, la reducción del uso de antibióticos y las nuevas medicinas para combatir Caligus y SRS.

Finalmente, desde Marine Harvest intentan responder la pregunta “¿qué hace falta para hacer que la industria salmonicultora en Chile sea sustentable?”, enfatizando en la necesidad de dividir las licencias de las locaciones de cultivo; trabajar en la capacidad de carga de cada región (de todas las especies), ya que el nivel actual es muy alto y dividir la capacidad de carga en el número de licencias por región. Además, agregan como fundamental el permitir que las empresas determinen mejor sus ubicaciones para el cultivo de salmón dentro de cada región y el y aplicar un determinado número de licencias de acuerdo con la capacidad de carga del medio ambiente por ubicación.

Asimismo, se sugiere monitorear el impacto medioambiental por ubicación, establecer indicadores biológicos clave en el uso de antibióticos y el número de tratamientos para piojos de mar, establecer un horizonte, por ejemplo, a 10 años, y dar a los actores de la industria un incentivo para cumplir (la ampliación de licencias en un 5% por generación en sitios que cumplan con los indicadores ambientales, o no permitir el crecimiento o reducción de la biomasa si los objetivos no son logrados).