Impulsores de Oatech: Rodrigo Sánchez, Héctor Ruiz y Cristino Stange. Foto: Karla Faundez, Salmonexpert.

En Chile: Primer arca de cultivo de salmón negocia con inversionistas

Chile: La iniciativa chilena de cultivo oceánico de peces desplazable, Ocean Arks Tech, se encuentra en pleno proceso de conversaciones con actores nacionales e internacionales, para dar inicio a su escalamiento comercial.

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El proyecto Ocean Arks Tech (Oatech), o Arca de Cultivo, consiste en un artefacto naval con capacidad de desplazamiento creado en Chile para impulsar la acuicultura a escala global. El sistema está diseñado para operaciones en la costa, en la Zona Económica Exclusiva y en alta mar.

La embarcación es adecuada para el cultivo de salmón, trucha, atún, seriola o cobia y tiene una capacidad aproximada de 3.900 toneladas métricas de producción. Dentro de sus características se cuentan el minimizar los riesgos de la acuicultura convencional a través de un sistema ecológico de propulsión, que busca y sigue las mejores condiciones del agua en cuanto a niveles de oxígeno, temperatura, Ph, salinidad, entre otros.

El proyecto, que es la primer arca de cultivo en Chile, ya está listo para ser comercializado en cuanto a la idea a materializar y el año pasado obtuvo la patente del Instituto Nacional de Propiedad Intelectual de Chile (Inapi). 

Los representantes de este proyecto, Rodrigo Sánchez, Cristino Stange y Héctor Ruiz, conversaron con Salmonexpert acerca de los avances que ha tenido el proyecto durante este último año.

Luego de que el año pasado obtuvieran la patente por parte de Inapi, ¿cuál es el camino que ha tomado el desarrollo de esta iniciativa?

Actualmente, estamos trabajando en dos frentes de negocio: el primero apunta a la competitividad, eficiencia y rentabilidad de los productores locales, los cuales están enfrentados a una regulación que les está restando cada vez más competitividad frente a la competencia y, por otro lado, son criticados desde el punto de vista medioambiental.

Bajo este escenario, hemos tenido reuniones con un par de actores importantes donde hemos cuantificado que una de estas naves –que se ubicaría en la milla 200 una vez onstruida, en aguas internacionales- hace dos ciclos productivos de salmón Atlántico en 24 meses, es decir, el doble que un centro costero, lo cual significa prácticamente el doble de rentabilidad, debido a que los costos de producción de la nave y de un centro costero son comparables, especialmente en temas sanitarios.

El segundo frente de negocio es la construcción de naves para el arriendo a productores, siguiendo el modelo de los buques de transporte de cargas y de los aviones comerciales. Este negocio es bastante grande para nosotros, por esta razón estamos buscando a los socios adecuados que tengan experiencia en este escalamiento a nivel global para invitarlos a participar.

Imagen proyectada de nave Oatech. Foto: Oatech.

¿Cómo aborda el tema medioambiental esta nave?

Desde el punto de vista medioambiental, problemas como el de concentración de fecas y alimento en los fondos marinos desaparecen, debido a que estos residuos orgánicos pasan a ser parte del ecosistema del gran océano, dadas las grandes profundidades existentes en esas latitudes. El concepto de  producir los peces como un cardumen oceánico, no sólo es natural y sustentable, sino que los peces siempre estarán en las zonas de mejor condición para un crecimiento sano.

Acortar la brecha con Noruega

Para los impulsores del proyecto, el hecho de poder cultivar en alta mar deslizando la nave para encontrar las mejores condiciones, es un avance sustantivo en la manera en que se plantea la actividad acuícola en Chile y que generaría mayor competitividad frente a Noruega, quienes, de la mano del financiamiento estatal y privado, ya están desarrollando este concepto, como el Havfarm 1.

¿Cómo ven el futuro de la acuicultura oceánica en Chile?

Hemos visto que ya están partiendo tímidamente un par de proyectos para desarrollar jaulas en zonas más expuestas en Chile, a diferencia de Noruega, donde ya hay más de 25 proyectos en etapa de desarrollo y otros en etapa de construcción -desde jaulas sumergibles a naves de cultivo- lo cual está distanciando aún más la brecha entre ambas industrias.

Hoy, la diferencia no sólo se ve en los volúmenes de producción noruegos ante los chilenos, sino que también en la visión de hacia dónde se está desarrollando la industria y los recursos que le han asignado. Nuestra nave está pensada para acortar esa brecha y darle competitividad a Chile frente a Noruega.

Cabe destacar, por último, que el proyecto participó el año pasado en el primer concurso que eligió el invento más novedoso de Latinoamérica, mientras que este año se encuentran participando en el Premio Nacional de Innovación 2019 (AVONNI), el que está en plena etapa de elección de los tres finalistas en cada categoría.