Planta de procesos de salmón. Foto: Archivo Salmonexpert.

Trabajadores del salmón piden mejoras en sistema de subcontratación

Chile: Los trabajadores del salmón advierten que aún existen contratos por obra o faena en la industria, en plantas de proceso de Quellón, y afirman que en maquiladoras, esta modalidad se mal usaría.

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Un acuerdo firmado entre representantes de los trabajadores, del municipio, de la directiva del movimiento estudiantil, Seremi de Economía de Los Lagos, ejecutivos de las empresas productoras y SalmonChile, permitió retomar a inicios de noviembre la actividad de las plantas de proceso de Quellón, tras dos semanas de paralización por las manifestaciones de descontento social. 

Y uno de los compromisos adquiridos en ese acuerdo, fue revisar la mala utilización de contratos por obra y faena en empresas productoras y subcontratistas. Al respecto, Marta Oyarzo, presidenta del Sindicato Nº2 de Yadran y vocera de la Coordinadora Nacional de la Industria Salmonera y ramas afines, revela que “en Quellón todavía se da la figura de contrato por obra o faena y por piezas a procesar, en plantas de la empresa Marine Farm. El resto de las compañías tiene modalidad de contrato indefinido y a plazo fijo, esto último por la temporada de salmón coho”.

Oyarzo afirma que “no estamos de acuerdo con la figura de subcontratación, ya que cada uno de los trabajadores deberían ser contratados directamente por la empresa productora de salmón, con las mismas condiciones laborales, de ingresos y de seguridad, para no generar inequidades entre colaboradores.  Pues, por ejemplo, en caso de una crisis en la industria local, si la empresa reduce su producción de salmón, los subcontratados se irán sólo con el pago del tiempo que trabajaron y nada más. Y asimismo, no pueden ser parte de los beneficios de negociaciones colectivas y de la sindicalización, como son los aguinaldos”.

Marta Oyarzo.

En esa línea, Oyarzo cuenta que desde el año 2016 han planteado estos temas en la mesa de trabajo que desarrollan con SalmonChile, donde se consiguieron algunos avances en aspectos como buceo y seguridad laboral, pero está pendiente lo relativo a la subcontratación de colaboradores. 

Alejandro Santibáñez.

Por su parte, Alejandro Santibáñez, presidente de la Multisindical de Trabajadores Salmoneros Ramas Afines y Pesquerías, admite que los contratos por obra o faena disminuyen la posibilidad de sindicalizarse, “lo que limita la capacidad de negociar y organizarse. Además, limita la posibilidad de acceder al crédito y a la vivienda, por no contar con antigüedad laboral para tener financiamiento, pero lo más complejo es no contar con estabilidad laboral”. 

Para Santibáñez, las labores esporádicas como son los períodos de vacunación de peces, cuadrillas de cosecha para centros de engorda, y en el caso de las plantas de proceso, los ciclos de producción de salmón coho, pueden requerir contrato por obra o faena, “pero no otros tipos de trabajo”.

“La subcontratación es lo que más daña los derechos de los trabajadores, disminuyendo sus rentas hasta en un 30%, a diferencia de que si estuvieran contratados directamente por los productores de salmón, que han bajado su infraccionalidad. Allí, un tema complejo son las maquiladoras, que en varios casos mal usan el contrato por obra o faena, disfrazando esta modalidad en ocasiones bajo contrato a plazo fijo”, denuncia Santibáñez. 

“Creemos que la subcontratación no debe desmejorar ni las remuneraciones y menos la seguridad, contractualmente tiene que existir continuidad laboral, al mismo tiempo que hay que colocar mayores exigencias y fiscalizar más a las empresas externas. La externalización de servicios por parte de las empresas es un derecho, pero consideramos que tendría que centrarse en áreas que no sean su giro directo, como servicios de alimentación, sanitización y bioseguridad”, recalca Santibáñez.

Paola Sanhueza.

Mientras que Paola Sanhueza, presidenta del sindicato nacional Salmones Blumar y de Fetrasalmon, señala que “la subcontratación es un tema pendiente que tiene la industria salmonicultora con parte de sus trabajadores que cuentan con contratos terciarizados, sin derecho a vacaciones ni a finiquito ni menos a proyectarse en el tiempo para desarrollarse en la empresa”.

En Salmones Blumar, cuenta Sanhueza, “alcanzamos acuerdos, donde por la baja en producción, la compañía finiquitó a una cantidad de trabajadores de plantas de proceso y luego los recontrató de manera indefinida en el marco de su recuperación. Gestos así faltan en el sector”.