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Omega-3: salud para el pez y el consumidor final

Chile: Actualmente, es reconocida la importancia que los consumidores dan a la adquisición de alimentos más saludables y que ayuden al bienestar del cuerpo humano. Destacable es el aporte de nutrientes esenciales que provienen del salmón, además de la investigación que llevan a cabo empresas ligadas al área de los alimentos para peces, para así entregar un producto que sea el inicio de una cadena de beneficios.

Pareciera que hablar de los ácidos grasos omega-3 presentes en un alimento, fuese una estampa de marketing. Al ir al supermercado, los consumidores pueden encontrar variados productos enriquecidos con omega-3, como huevos, lácteos o pastas. Y muchos consumidores adquieren estos productos porque escucharon que el omega-3 es saludable. Sin embargo, la mayoría no tiene real noción de los beneficios que tiene este ácido graso para la salud humana. Es importante aclarar que los omega-3 más reconocidos son el Ácido Alfa-Linolénico (ALA, por su sigla en inglés), el Ácido Eicosapentaenoico (EPA, por su sigla en inglés) y el Ácido Docosahexaenoico (DHA). De éstos, solo los EPA y DHA, ácidos grasos esenciales poliinsaturados de cadena larga, son altamente beneficiosos para la salud humana. En tanto, el ALA, componente de muchos aceites vegetales comunes, y presente en el aceite de linaza y aceite de chía, no posee los mismos beneficios del DHA y EPA.

Diversos estudios científicos, en particular los realizados por el Programa de Farmacología Molecular y Clínica del Instituto de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señalan que tanto el DHA como el EPA tienen diversos beneficios en la salud humana, ya que inciden en el desarrollo cognitivo y visual de los niños y adolescentes; son recomendables durante el embarazo y la lactancia; ejercen un efecto antiinflamatorio; ayudan a la reducción del colesterol en la sangre; así como también son grandes aliados para prevenir enfermedades no transmisibles, principalmente cardiovasculares. Y esto no es marketing, ya que está totalmente comprobado y recomendado su consumo por importantes instituciones de salud y nutrición a nivel global, como American Heart Association, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Food and Drug Administration (FDA).

Uno de los alimentos que posee gran cantidad de estos ácidos grasos es el salmón, pez graso que durante décadas ha sido considerado como un alimento saludable, dada su óptima composición nutricional, además de ser una proteína de muy buena calidad y un alimento totalmente inocuo para el consumidor final. Sin embargo, el salmón no produce omega-3 por sí solo, sino que se adiciona a través de la dieta que se le entrega. Asimismo, estos ácidos grasos son igualmente beneficiosos para el crecimiento del pez, su estado, desarrollo fisiológico y respuesta inmune, en cada etapa del ciclo productivo.

En este sentido, tanto para las empresas proveedoras de ingredientes para dietas de salmones, como para las compañías productoras de alimentos, es relevante la búsqueda de una o diversas opciones que en algún momento sean el reemplazo definitivo del omega-3 marino que actualmente se adiciona a las dietas.

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