Científicos elaboran guía para evaluar edición genética de salmón Atlántico contra piojos

Diego Robledo y Nick Robinson.

Noruega: Esta investigación es parte del proyecto CrispResist, cuyo objetivo es encontrar qué genes son responsables de que el salmón Coho y rosado se ven menos afectados por piojos que el salmón Atlántico.

Nick Robinson y Diego Robledo, junto con socios de Nofima, la Universidad Deakin y la Universidad de Edimburgo, han elaborado una guía útil para el uso de la edición genética de salmón Atlántico. "Estamos tratando de comprender los mecanismos genéticos que afectan la forma en que el salmón se vuelve resistente a los piojos", comentó Robinson.

Es australiano y científico senior en Nofima en Noruega, y acaba de instalarse en Escocia. Lo acompaña Diego Robledo. Proviene de España, pero realiza investigaciones en el Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo. El proyecto que lidera Nick Robinson realmente es internacional.

Piojos y salmón

Los piojos de mar viven comiendo piel y sangre. Los salmones enferman y los piojos son un problema tanto para el bienestar de los peces como para la industria. Pero hay salmones que funcionan bien contra los piojos del salmón.

“En el salmón coho salvaje, esto ocurre de forma natural. Las células del salmón rodean a los piojos y los matan”, explicó Diego Robledo.

El salmón coho y el salmón rosado son dos especies de salmónidos originarias del océano Pacífico que combaten los piojos de mar de forma natural de una manera que el salmón Atlántico no puede hacerlo.

Bienestar y supervivencia

Otras especies

La guía de edición genética se puede utilizar con la misma facilidad en otros peces, animales y plantas. “Nos centramos en la acuicultura, pero la guía es igualmente relevante para otras especies”, afirmó Robledo. “Las preguntas que hay que plantearse son las mismas para el ganado o las plantas. No hemos visto nada parecido a esta guía para la evaluación de riesgos de edición genética publicada o propuesta para estas otras especies alimenticias”, señaló Robinson.

Los científicos enfatizaron que la edición genética no debería reemplazar la reproducción regular. Aquí es donde selecciona animales con las mejores variantes genéticas para los rasgos que desea y los cría en combinaciones favorables, de modo que las mejores variantes genéticas se transmitan a la siguiente generación.

Nick Robinson, científico senior de Nofima, es el director del proyecto con socios de Noruega, Reino Unido, Australia, Canadá, EE. UU. y Suecia.

Socios: Nofima, Instituto Roslin (Universidad de Edimburgo), Instituto de Acuicultura (Universidad de Stirling), Rothamsted Research, Universidad Deakin, Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo, Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas, Universidad de Gotemburgo, Universidad de Bergen, Instituto de Investigación Marina, Genética de Referencia, Salmar y MOWI.

El proyecto es financiado por FHF, el Fondo Noruego de Investigación de Productos del Mar.

“Nuestra investigación genómica nos está ayudando a comprender qué genes están involucrados en brindar resistencia contra los piojos de mar en las especies de salmón del Pacífico, y el siguiente paso de nuestro proyecto es probar la función de estos genes en el salmón Atlántico mediante la edición de genes. A principios del próximo año, estaremos listos para introducir salmón Atlántico modificado genéticamente en piojos de mar en una instalación biosegura cerrada. Queremos ver si cambios pequeños y precisos que interrumpen la función de estos genes pueden hacer que las células inmunes del salmón Atlántico encapsulen los piojos y los maten, como ocurre en el coho, o prevengan la adhesión como ocurre en el salmón rosado”, indicó Nick Robinson.

Agregó que no se trata de editar genes en peces que se criarán en el océano, se venderán y se consumirán. Los científicos probarán qué genes pueden influir en la capacidad del salmón para repeler la infestación de piojos y observarán qué sucede exactamente donde los piojos se adhieren al salmón y la importancia de los genes en relación con detener a estos parásitos.

“Los beneficios podrían ser grandes en el futuro si es posible utilizar el conocimiento adquirido en el proyecto para producir un salmón resistente. Los piojos crean heridas que se infectan. Si podemos ayudar a los peces a volverse resistentes a los piojos, esto tendrá beneficios para el bienestar de los peces. Al cambiar potencialmente toda la epidemiología de la infección por piojos en los centros de cultivo, también podríamos aliviar la presión de los piojos sobre el salmón salvaje”, afirmó el especialista.

Los piojos del salmón también tienen más atracción de posarse en el salmón Atlántico que en otras especies de salmón, como el salmón rosado. Si los científicos descubren por qué, podría ayudar al salmón a evitar los piojos por completo.

Riesgos y beneficios

En el proyecto, los científicos editarán genes que, según su investigación, mantendrán al salmón sano y alejado de los piojos. Sin embargo, ¿es seguro utilizar la edición de genes en el salmón que se va a cultivar y vender? “En cada caso, es necesario realizar una evaluación exhaustiva de cómo la edición podría afectar el bienestar y la salud de los peces, el ecosistema acuático y la sociedad. Esto debería involucrar a los consumidores y otros grupos de interés en el proceso de toma de decisiones. Los beneficios deben sopesarse en relación con los posibles daños”, comentaron Robinson y Robledo. Por ello, junto con sus colaboradores de Nofima, la Universidad de Edimburgo y la Universidad Deakin en Australia, han escrito una guía para evaluar el uso de la edición genética en acuicultura que ayuda a evaluar los riesgos de ésta.

“La guía fue escrita para ayudar a evaluar riesgos y beneficios para que se puedan tomar decisiones informadas. ¿Cómo editar los genes, cómo hacer que la edición de genes forme parte de un programa de investigación, cómo las aplicaciones caso por caso podrían afectar a los animales salvajes, cómo ve la sociedad este enfoque, qué beneficios podría aportar a la salud y el bienestar animal, la ecología y el medio ambiente huella humana, nutrición humana y comunidades locales?”, puntualizó Robledo.

“Los cambios que estamos haciendo son bastante pequeños. No tomamos genes de otros animales, hacemos ligeros ajustes a los genes que ya tiene el salmón”, aclaró Robinson.